miércoles, 11 de diciembre de 2013

El Estallido Revolucionario en el Río de la Plata

En 1776, el rey español Carlos III decidió la creación provisoria del Virreinato del Río de la Plata para asegurar un control más eficaz de sus dominios americanos. Hasta entonces, Buenos Aires y el interior dependían del Virreinato del Perú, que tenía su capital en Lima. La enorme distancia que separaba al Río de la Plata de la cabecera virreinal había despertado la codicia de ingleses y portugueses, quienes lucraban con el contrabando hacia Buenos Aires y la zona del Litoral, perjudicando a las arcas reales.


El virreinato del Río de la Plata se hizo definitivo en 1778, y cuatro años más tarde se creó el régimen de Intendencias, que tornó aún más efectiva la supervisión estatal, a la vez que hizo disminuir la importancia de los cabildos.
El Río de la Plata quedó dividido en ocho intendencias (tres en el actual territorio argentino) y una serie de gobernaciones militares. Asimismo, se crearon nuevos cuerpos administrativos como la Audiencia de Buenos Aires (para la justicia) y el Consulado (para el comercio).

La creación del virreinato modificó radicalmente la vida de Buenos Aires y, en menor medida, la de las provincias del interior. La flamante capital aumentó su población en forma progresiva, creció el número de sus viviendas (antes con techos de paja, ahora de tejas) y la intensa actividad mercantil elevó el nivel de ingresos de sus habitantes. Los sucesivos virreyes, por su parte, fueron introduciendo mejoras públicas como el alumbrado público y el empedrado de algunas calles.
Desde el punto de vista cultural, se crearon el Real Colegio de San Carlos, el Protomedicato (institución donde se formaban los médicos), el Teatro de la Ranchería y se instaló la imprenta que tenían los jesuitas en Córdoba. Esto permitió la edición de libros y periódicos que aumentaron el nivel educativo de los habitantes.
En la sociedad apareció un nuevo sector, el de la burocracia, cuyo número de funcionarios aumentó a raíz de la creación de las nuevas instituciones administrativas. Los funcionarios y los comerciantes _que se dedicaban a la importación y exportación_, ocupaban el primer rango dentro de la escala social. En su mayor parte eran españoles, pero en los últimos tiempos del virreinato también habían criollos (nacidos en América). El abanico social se completaba con los esclavos negros, que habían sido traidos de África y se dedicaban, en general, a tareas domésticas; los gauchos (producto del mestizaje entre españoles e indios) que habitaban la campaña, y una reducida proporción de indios.
La Iglesia, pese a la expulsión de los jesuitas y al sistema de patronato (estaba sometida al control virreinal) siguió siendo muy importante y, prácticamente, regía la vida civil.
El rey español Carlos III creó el Virreinato del Río de la Plata el 1¯ de agosto de 1776 para defender a sus colonias del contrabando y las incursiones extranjeras



Un mundo convulsionado
Mientras Buenos Aires se iba acomodando a su nueva situación de capital de un flamante virreinato, Europa entraba en ebullición: en 1789, con la toma de la Bastilla, Francia inauguraba su revolución. Al grito de ¡Libertad!, ¡Igualdad! y ¡Fraternidad!, el pueblo francés abolió los títulos de nobleza y declaró a todos los hombres iguales y con los mismos derechos. Lamentablemente, muy pronto se produjeron excesos: le cortaron la cabeza al rey Luis XVI y a su esposa, María Antonieta. Muchos nobles también perdieron la suya debajo de un instrumento de terror, la guillotina.
Francia entró en guerra con las coronas vecinas lo que la puso al borde el caos. Cuando todo parecía perdido apareció un hombre providencial, Napoleón Bonaparte. Sus triunfos militares hicieron retroceder a los enemigos : en 1804 se hizo coronar Emperador.
En América, en tanto, nacía una poderosa nación: los Estados Unidos de América. En la ciudad de Filadelfia se firmó en 1776 la Declaración de Independencia que puso fin al dominio inglés en el norte del continente. El nuevo país adoptó para su gobierno la forma republicana e influyó poderosamente en el resto de las colonias americanas.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario